Desde su llegada a México a mediados del siglo XIX, la Polka se ha constituido como uno de los géneros más recurridos dentro de la música popular del país, su origen es centro europeo, la polka ha encontrado terreno fértil en México, primero con las piezas traídas por los músicos extranjeros, y después con la gran cantidad de temas nacidos en nuestro suelo.

Así pues, la mayoría de las polkas norestenses son tocadas con el acordeón traído por los alemanes y otros inmigrantes del Viejo Continente, los conjuntos instrumentales son tan diversos como la gran cantidad de temas existentes; desde el antiguo grupo de cuerdas, hasta el enérgico sonido de los conjuntos de tambora y clarinetes tan propios de la región citrícola del país, su lugar aparte merece el acordeón, instrumento que desde principios de siglo toma el liderazgo absoluto de los conjuntos norteños con su inseparable acompañamiento de bajo sexto y tololoche (contrabajo).